Existe todo un volumen que se podría escribir sobre la historia del cine cuando Hollywood decide mudarse un rato a Francia o dicho en otras palabras cuando decide ambientar su film en la ciudad luz. Exponentes como mis favoritas Gigi, Lili, Un americano en Paris, Charada y muchas otras que ahora no recuerdo o no puedo nombrar se adaptan al ideal parisino de una u otra forma, intentando captar su estilo de vida Bohemio, artistico, liberal o europeo sofisticado dependiendo de el film en cuestión.
Este es el caso de French Kiss, que debo confesar es mi película favorita de la sra Meg Ryan y la razón de este review.
French Kiss que originalmente se llamaría Paris Match, es un film de 1995 producido por Meg Ryan y dirigido por Lawrence Kasdan, mas conocido por su rol de co guionista de peliculas como El retorno del Jedi y Los cazadores del Arca Perdida. En su reparto destacan la ya nombrada Meg Ryan en el papel de Kate, Kevin Kline en el rol de Luc teysier, Timothy Hutton en el papel de Charlie y del lado francés Jean renó como policia y
François Cluzet como el ladrón Bob.
Hasta allí podemos decir que no he dicho ninguna genialidad al respecto de la cinta mas que enunciar su ficha técnica, sin embargo, esta comedia romántica me resulta excelente, y estoy dispuesta a contrastarla con otras de la Ryan como Sintonía de Amor y Cuando Harry conoció a Sally que son a su modo divertidas, pero que sin embargo no tienen el estilo clásico que se logra robar tu corazón como lo hace esta cinta.
Ustedes diran que es por el simple hecho de que por estar ambientada en Francia la película ya resulta interesante, pero no. Es la contrucción elegante de sus personajes protagónicos la que hace que esta cinta se gane un espacio en el corazón de esta cinéfila romántica:
Kate es una profesora de historia que detesta Francia y a los franceses, pero mas detesta subirse en un avión y eso funciona como metáfora de lo temerosa que es Kate al cambio y a los imprevistos. Su vida funciona en un esquema organizado y se siente segura en el hasta que su prometido Charlie la deja por la primera Francesa voluptuosa que pasa por su camino y que es la antítesis de lo que Kate representa como mujer. Es entonces cuando el shock inicial saca a nuestra protagonista de su caparazón existencial y la lleva a conocer a Luc, un ladrón casi como Patrice en Sin Aliento Luc va por las calles de Paris robando coches para llevarla por allí, pues para el Kate es un instrumento para conseguir contrabandear una joya que como veremos es el simbolo que le permitirá cumplir sus sueños mas deseados: tener su propio viñedo y producir su propio vino, por lo que ademas de Kate, temerosa y dispuesta a todo para recuperar el amor de su vida, nos encontramos con el ladron de buen corazon y moral compleja, junto al ladrón de buen corazón llega el policia honrado que hace justicia por su cuenta pese a que encarna la justicia de los hombres y ese es el personaje de Jean Reno, que perseguirá a Luc y le traera unos cuantos problemas a su vida.
Ademas de la pareja protagónica antagonista pero que juega a seducirse en este relato trepidante nos encontramos a Charlie, el prometido, con su crisis de la mediana edad dispuesto a dejar todo para tener emociones nuevas y una vida de aventuras. Justo lo que Kate no desea, asi que de a poco vamos viendo como terminará este relato.
Y como en toda comedia romántica hay una persecusion de ultimo momento en la que uno de los personajes puede perder todo y casi no te importa el hecho de que sea un error de guión ambientarla en un avión cuando nuestra protagonista perdió su pasaporte y aparentemente jamás lo recuperó. Que importa, es la magia de Hollywood porque narrativamente cierra que la cabaña que ella vislumbraba cuando tenía miedo de volar sea la misma que logrará habitar junto a Luc, como quien dice un final redondo de esos que te dejan una sonrisa, y los créditos avanzan con la versión francesa de La mer que poco y nada tiene que ver con el paisaje que vemos, pero que importa, es una chanson excelente para cerrar una historia encantadora.
y ahora viene lo mejor:
Pueden disfrutarla nuevamente en Netflix Argentina, tal y como yo lo hacia cuando la veia una y otra vez por mi tv desde que tenia doce años!
Esto es todo por hoy amantes del septimo arte!