¡Hola corazones! En marzo durante lo peor de la pandemia, la editorial Vestales, me envió esta novela de Verónica Lowry en digital y me he demorado en reseñarla, porque no sé ustedes, pero a mí me cuesta mucho leer en PDF, tengo que hacerlo en la tablet para que el tamaño de la hoja no me moleste a la vista, y la batería se agota rápidamente pero no por eso quería seguir demorándome en reseñar este libro (y si que pasaron varios meses ¿no?)
Sinopsis de la editorial:
¿Qué se descubre cuando alguien se decide a mirar con otros ojos? ¿Qué aparece en el momento en que esa persona decide enfocar su vida desde otra perspectiva? Hay, con certeza, un mundo distinto: uno para inventar y descubrir.
Cecily Miller ha sido criada en la abundancia. Hija de un pastor, sin embargo, también ha sido criada en el afecto por el prójimo. Cosa que, para ella, se limita, simplemente, a las reuniones de caridad, entre pares, entre personas que viven sin sobresaltos; de ser posible, lejos de aquellos a quienes buscan ayudar.
Sin embargo, la perspicacia de su familia y un golpe del destino la ponen frente a frente con lo que no conoce y que, en el fondo, la aterra. Rodeada de niños, alejada de la ciudad, en un ámbito que, en un principio, le resulta inhóspito, Cecily debe hacerse cargo de llevar adelante el asilo Crushley, donde se cobija a los más necesitados, a quienes han sido abandonados por la sociedad. Ante ese desafío, deberá cambiar la forma que tiene de entender el mundo, hallar una manera de relacionarse con las historias de los que pequeños que el asilo protege, lidiar con las deudas y las reformas edilicias, debatirse entre dos hombres, que, de manera silenciosa, pugnan por ella.
Un cambio de perspectiva es una novela sobre una mujer que aprende a mirar con ojos distintos, que aprende a conocerse a sí misma para, también, poder entender todas las formas del amor.
Reseña:
Un cambio de perspectiva, nos presenta a una
heroína imperfecta.
Cecily Miller es hija de un reverendo y aunque
cree en eso de amar al prójimo y ayudar solo le importa mantener las
apariencias y en una fiesta de caridad para juntar dinero para los huérfanos su
padre ve como ella echa de su jardín a dos niños harapientos.
Su padre a modo de enseñanza y castigo decide
enviarla a aprender el amor de ayudar al prójimo con conocimiento de causa,
para eso la envía al orfanato de Crushley.
Uno pensaría que allí Cecily se enmienda pero
su plazo de tiempo (ahora no recuerdo cuanto) está a punto de llegar a su fin y
lo único que hizo en ese tiempo fue ir de su cuarto a la oficina de la
directora del establecimiento donde ella se encarga de los papeles y de pasar
los salarios a los empleados. Pero todavía le queda un mes largo y en ese mes
van a pasar muchas cosas.
Cecily comienza a hablar con Robert y este le
planta en la mente la idea de que realmente no conoce nada del hogar en el que
habita, sus necesidades, su estado decadente y la pobreza de niños y niñas que
en el habitan.
Entonces comienza el verdadero viaje
espiritual de Cecily y como
va modificando su relación con los niños y el
lugar.
Me recordó al comienzo de When Calls the heart
cuando Elizabeth no sé acostumbra al norte tan pobre después de toda una vida
en alta sociedad.
También tiene mucho de la saga de Anne la de
tejados verdes, tiene ese espíritu así de solidaridad y gente que se ayuda
entre ellas, además de la recurrencia de una niñez muy pobre y descuidada.
Pero también hay amor. Es muy histórico en el
sentido que el romance es muy cauto y se toma su tiempo, más que por los
devaneos entre los personajes por su distancia social.
No van a encontrar fuego y pasión desbocada
como algunas otras obras históricas que se toman muchas libertades. Esta novela
está enfocada más en el cambio de Cecily y la nueva vida que inicia tratando de
mejorar el hogar de niños.
Sin embargo hay un triángulo amoroso, bastante
bien llevado y que termina correctamente pero de nuevo sin enormes chispas
(Aunque si me lo preguntan es mi clase de romance y Aiden es hermoso 😍)
Quizás la novela es un poco larga, pero tiene
momentos muy lindos que me recordaron a la prosa de Alcott y Montgomery que son
como disfrutar de una hermosa historia de época y Cecily se ganó mi cariño
pasando de cabezotas a buena samaritana.