Una buena película, una película inolvidable, es como el aire llena tus pulmones y te recorre todo el cuerpo. Ligera, porque te maravilla tanto que se te hace imposible dejarla de mirar, casi hipnótica, memorable y cuando lo querés notar ya se te coló en el inconsciente. A partir de ahora las cosas que no asociabas te remiten a ella y por eso podés quedar como un idiota en la verdulería contemplando un durazno y sonriendo como una estúpida como si tuvieras un secreto que solo vos conocés. Algo así te sucederá si miras Call me by your name de Luca Guadagnino. Soy devota de que el amor viene en diferentes formas y colores, por eso hay ocasiones en la que me pongo como una quinceañera cuando veo una película de amor. Creo que a veces me enamoro de los personajes y por eso sufro con ellos. Esta es de las películas que te hacen amar como una loca. Los planos son increíbles, el verano exuda por cada poro de la pantalla. Bueno mejor dicho por cada centímetro de la pantalla. Luca Guadagn
Blog de reseñas literarias y audiovisuales. Los libros de Jimena Patiño