Siempre Bruja es la mezcla perfecta entre culebrón y magia.

 A veces uno se encuentra navegando el catálogo de series y simplemente hay demasiadas opciones. Siempre Bruja captó mi atención con la breve sinopsis en la que prometía a una bruja de 1626 viajar al presente en Cartagena y en seguida dije: esto puede estar bueno ... o no.

Carmen es genial. (Pero Johnny Ki se roba el show) pero antes de dar rienda sueltas a mi fanatismo les cuento brevemente de que va este show:

Está a mitad de camino entre el culebrón, lo telenovelezco, y los shows americanos que parecen se apropiaron de las historias de brujas, cuando sabemos que la Santa Inquisición española fue un desastre universal. No solo en Salem hay brujas.

Lo que me ha gustado de esta serie es que es súper maratoneable. De hecho la vimos con mi tía (la que detesta los shows paranormales o fantasy, si no vienen de Corea o China) y la hemos disfrutado enormemente.

Carmen viaja al presente para liberar a un brujo atrapado en 1626 que no puede regresar en el tiempo. Es una bruja de sangre, pero cada vez que usa su magia corre el riesgo de ser descubierta por un asesino que parece, persigue brujas.

La serie está producida por TV Caracol de Colombia y tiene una calidad muy cinematográfica. Cartagena es bellísima y se luce todo su espíritu caribeño que refresca una historia que podía haber sido muy cuadrada.

Así que si tienen un rato libre, les propongo que vean esta serie fantástica de Netflix. (De la que parece nadie habla lo suficiente)

Como fan de las brujas, se la recomiendo. (También soy fan de los viajes en el tiempo, así que plotwist terminé amando todo).

¡Demando temporada tres!




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