Hoy salí al fondo de mi casa y la tarde olia distinto. Olía a jazmines blancos, de esos pequeños que nunca sé como se llaman realmente. Mi abuela les llamaba Jazmín del País. Para mi ese era el aroma de la primavera. Yo estaba segura de que cuando las tardes olían a esos jazmines de la enredadera era porque se aproximaba el sol que no se oculta hasta después de las siete y también los pájaros que cantan a la madrugada.
El día olía a primavera.
Los meteorólogos podrán decir que la primavera climática comienza el primero de septiembre, pero para mi comienza el 21.
Cuando iba a la secundaria, no solía festejar el día del estudiante que siempre caía el 21 de septiembre pero había señales de que la primavera se acercaba y eso era lo que a mi me importara.
Hoy en día no se si soy Team primavera o Team otoño. Si se que justo antes que los calores del verano se conviertan en la constante infernal (Jamás team verano) tenemos este tiempo hermoso que huele a flores y hace, en ocasiones, aflorar nuestras alergias, pero también nuestras alegrías.
¡Que lindo vivir en un mundo con primaveras!