La idea de los familiares y las brujas tiene que ver con el espíritu que bajo la forma animal va a acompañar a una bruja en su camino. Facilitar hechizos y potenciar su conexión espiritual con el mundo mágico.
En semanas recientes hubo una especie de polémica con los dichos del Papa Francisco que básicamente trato de egoístas a las personas que elegimos tener familiares del reino animal, en lugar de humanos...
Bueno no quiero decir que mi pekinese Nacho o mi Boston terrier Milo, sean mis hijos pero voy a ser esa clase de persona egoísta y decir que son la familia que elegí tener conmigo a mi lado.
¿Acaso ellos potencian mis hechizos y por eso soy una autora superventas que logra todo lo que quiere?... No. Aún no tenemos la fórmula correcta para esa clase de magia 🤪. De hecho ellos son los que evitan que esté todo el día escribiendo como una psicópata. Ellos me dan vidah, otra clase de vidah que no se parece a la misma que obtengo cuando escribo. Son vidas distintas.
En la Edad Media y durante la Inquisición se empezó a (mal) popularizar la idea de los gatos negros, los cuervos, los animales de poder relacionados con el satanismo y la hechicería como que el alma de la bruja podía desprenderse y manifestarse en esos animales.
Por eso el estigma de los pobres gatos negros pero en verdad, se veía como sospechoso a cualquier animal que la acusada podía tener con ella.
Todo terrible.
Cuando escribí el primer libro de Los misterios de la bruja verde, un cuervo negro es el que le trae los presagios a Elsie, pero ese no es su familiar. En cambio, el familiar de Javiera si es su conejo Mr Fluffy. (Aunque Elsie piense que no puede tener una pata de conejo de amuleto y un conejito de animal de poder)
Me encanta jugar con la idea esa de animales alternativos y que no todas las brujas tienen gatos negros. Sally tiene un gato anaranjado.
¿Y ustedes? ¡Cuéntenme en los comentarios que animal es su familiar!