Dos obras que terminan teniendo mas cosas en común que opuestas: ambas son la obra de un genio loco quien decide terminar con la eterna batalla entre el cine de Ficción y no-ficcion para decirnos que todo es en verdad de la manera en la que el genio loco que concibe el asunto quiere que veas las cosas desde la unica perspectiva que maneja, la suya. En otras palabras genialidad y subjetividad en su máxima expresión.
Para Herzog, un osado trabajo de found footage y tomas documentales del fondo del océano, se convierten en una travesía digna del cine de Ciencia Ficción, cuando pone a Brad Dourif a narrar como fue su llegada a la tierra desde ese planeta tan salvaje, lejano y azul...
Para Maddin, su vida, su maldición, su arte, su forma de ver la vida, es Winnipeg. Un viaje alucinado casi própio de un sonámbulo en donde datos, hechos históricos, anécdotas familiares y mas se mezclan en un collage audiovisual, con reminiscencias del cine de los 20 y los treinta, animaciónes, expresionismo que le son tan propios a este director y su mas que visual manera de ver el mundo. Este film es como la respuesta a ¿como verá el mundo tal director? y la respuesta a esa cosa de que el genio, no viene sólo, ¿Guy Maddin seria Guy Maddin sin su winnipeg?
Los dos tienen esa cualidad alucinada, que sólo se ve en los genios, locos y niños pequeños: la intención de jugar con el film, la narración, lo que los géneros indican debe ser, y sobre todo con la audiencia....Herzog dscontextualiza su obra y le da un significado nuevo, el de una obra de ficción, caprichoso y arbitrario, casí como un nene chiquito pretendiendo que el frasco de mostaza sobre su mesa, es una nave intergalactica... Maddin en cambio hace un berrinche en el piso y dice "yo les voy a mostrar que todo es culpa de mi mamá y winnipeg!" (todo lo bueno lo malo, lo artista, lo genial, lo loco que tengo) y por eso, nosotros, como espectadores de esos dos directores entrados en años, comportándose como nenes de 7, pero que tienen accesos a cámaras,salas de montaje y postproducción, tenemos que.... no no no les voy a decir lo que tenemos que hacer, no soy esa cláse de crítico cinematográfico que piensa por sus espectadores, les voy a decir lo que hice yo: me maravillé como una tonta con The Wild Blue Yonder, termine llorando con My Winnipeg. Asombrándome con la lejanía de las profundidades marinas, siendo el "espacio exterior" lo que paradójicamente, mas se suele estudiar, y pensando en por qué será que cuanto mas intentamos dejar un lugar ese lugar encuentra la manera de seguir estando dentro de nosotros, o como dice la frase "Home is where the heart is" y esto les vale tanto al alien de Herzog, hablando de su azul planeta, como al sonámbulo de Maddin hablando de su Winnipeg... Ustedes hagan lo que quieran...
Esto es todo por hoy amantes del séptimo arte!
Para Herzog, un osado trabajo de found footage y tomas documentales del fondo del océano, se convierten en una travesía digna del cine de Ciencia Ficción, cuando pone a Brad Dourif a narrar como fue su llegada a la tierra desde ese planeta tan salvaje, lejano y azul...
Para Maddin, su vida, su maldición, su arte, su forma de ver la vida, es Winnipeg. Un viaje alucinado casi própio de un sonámbulo en donde datos, hechos históricos, anécdotas familiares y mas se mezclan en un collage audiovisual, con reminiscencias del cine de los 20 y los treinta, animaciónes, expresionismo que le son tan propios a este director y su mas que visual manera de ver el mundo. Este film es como la respuesta a ¿como verá el mundo tal director? y la respuesta a esa cosa de que el genio, no viene sólo, ¿Guy Maddin seria Guy Maddin sin su winnipeg?
Los dos tienen esa cualidad alucinada, que sólo se ve en los genios, locos y niños pequeños: la intención de jugar con el film, la narración, lo que los géneros indican debe ser, y sobre todo con la audiencia....Herzog dscontextualiza su obra y le da un significado nuevo, el de una obra de ficción, caprichoso y arbitrario, casí como un nene chiquito pretendiendo que el frasco de mostaza sobre su mesa, es una nave intergalactica... Maddin en cambio hace un berrinche en el piso y dice "yo les voy a mostrar que todo es culpa de mi mamá y winnipeg!" (todo lo bueno lo malo, lo artista, lo genial, lo loco que tengo) y por eso, nosotros, como espectadores de esos dos directores entrados en años, comportándose como nenes de 7, pero que tienen accesos a cámaras,salas de montaje y postproducción, tenemos que.... no no no les voy a decir lo que tenemos que hacer, no soy esa cláse de crítico cinematográfico que piensa por sus espectadores, les voy a decir lo que hice yo: me maravillé como una tonta con The Wild Blue Yonder, termine llorando con My Winnipeg. Asombrándome con la lejanía de las profundidades marinas, siendo el "espacio exterior" lo que paradójicamente, mas se suele estudiar, y pensando en por qué será que cuanto mas intentamos dejar un lugar ese lugar encuentra la manera de seguir estando dentro de nosotros, o como dice la frase "Home is where the heart is" y esto les vale tanto al alien de Herzog, hablando de su azul planeta, como al sonámbulo de Maddin hablando de su Winnipeg... Ustedes hagan lo que quieran...
Esto es todo por hoy amantes del séptimo arte!
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