HOY TENGO UN DIA EN EL QUE LAS IRONIAS AFLORAN EN CADA RENGLON.
Y eso que estoy feliz, anoche me fui a disfrutar del recital de Incubus o como diria la prensa educada: "la banda californiana liderada por Brandon Boyd que llega por segunda vez a nuestro pais..." etc, etc... (por suerte en mi blog solo leen cosas desde el único punto de vista que entiendo, el fanático) así que mientras volvia del recital pensaba que existe cierta peli de culto hablada en esperanto (o era arameo?) que se llama Incubus y que hace varios años quiero ver por lo que en breve cuando menos se lo esperen se viene el post sobre ese film. (y mas catarsis sobre el recital que todavía sigue sonando en mi cabeza).
Pero volvamos a esta peli de culto y a este director de culto, que es George Romero. Demasiado histerismo (y esta perfecto) y paranoía sobre un film que permanentemente te hace dudar sobre quienes son los verdaderos locos. Pero dejenme decirles que la verdad, me cayo en un mal momento toda esa histeria y paranoia, (y me faltaban zombies la verdad para que se comieran un poco a todos los que gritaban) y creo que por eso me cayó tan ¿pesada? ¿ difícil de soportar? ¿basta de personas histéricas que ya tengo suficiente? pero que igualmente pese a cierta "inocencia" en el modo de tocar el tema (¿Inocencia? no se si es la palabra justa pero me parecía que de los 70 para el 2000 el concepto de paranoia y desconfianza en el sistema se ha modificado tanto que o sea lo anormal es la seguridad y la fe en el sistema) una comprende porque Romerito es un capo para pegar palazos políticos en todas sus películas aunque la mitad mas uno de su reparto este alienado o en estado de descomposición.
Ahora solo me resta ver la remake de este año a ver si es menos "inocente" y tiene un poco mas agiornada la paranoia y el histerismo...
esto no es todo por hoy amantes del septimo arte!
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