Ahhh, se terminó el film!!! (el ahhh es un suspiro), y la verdad que la segunda mitad se vuelve todavía mejor. Mejor imposible. Tengo que ser correcta y decir que si cuando hablo de ciertos films de animé, recuerdo a las películas francesas de la Nouvelle Vage, esta me hizo recordar toda la historia del arte asíatico (historia sobre japón incluida). Y ni hablar de la historia final (que es la mas francesa de las seis)
No quiero hacer spoilers pero, sólo a los franceses se les puede ocurrir jugar de esa manera con la historia de la princesa y el sapo para finalizar la historia de principes y princesas para metaforizar que a fin de cuentas son lo mismo. (aunque sean reyes o reinas, mientras me moría de la risa al final del film)
Al final del film lo único que puedo pensar de este hombre, Michel Ocelot, es que films así revalidad mi amor porla animación y las ganas que tengo de hacer algo en relación a eso, pero sobre todo aprender más. Lo que me queda de este film es la historia, no de un animador,sino de un artista, un autor que ama el arte, y que usa la animación para mostrarnos que es lo que le maravilla de los grabados japoneses, los vitraux, el arte egipcio la imaginería de los cuentos de hadas, y que por eso las mejores películas de animación no son las que priorizan la "perfección" de la tecnica, sino de la historia que se cuenta en relacion a esta.
Esto no es todo por hoy amantes del septimo arte! ( y sin dudas no será lo único q veamos de Michel Ocelot escrito por aqui)
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